Koroneiki
Picual san juan olivos olivid argentina
Su cultivo se centra principalmente en el norte de Creta y en el suroeste del Peloponeso, ocupando entre el 50 y el 60% de la superficie olivarera del país. Actualmente se está comenzando a plantar en muchos otros países debido a su buena adaptación al cultivo superintensivo. Su cultivo se extendió en España, sobre todo en el arco mediterráneo alrededor de 2009, aunque no ha desbancado todavía a la arbequina en el cultivo superintensivo.

Variedad de porte abierto, vigor medio. Las hojas son cortas y estrechas, con forma elíptico-lanceolada. Entrada en producción precoz, siendo la productividad elevada y constante. El rendimiento en aceite es alto y el producto es muy apreciado. Presenta una baja resistencia al frío por lo que es conveniente su plantación en parcelas elevadas y con buena exposición solar. En cuanto a las enfermedades es resistente al repilo, medianamente resistente a la verticilosis y sensible a la tuberculosis.

Endocarpo de forma oval y ligeramente asimétrica, pequeño y alargado, Sus frutos ofrecen baja resistencia al desprendimiento lo que facilita su recolección, de maduración temprana pero posterior a la arbequina.
Produce aceites vírgenes apreciados comercialmente, bastante rico en ácido oleico, polifenoles y compuestos amargos que le confieren una larga vida útil y lo hacen muy ‘estable.

El aceite virgen extra tiene en general un frutado verde intenso y muy rico en aromas secundarios, que recuerdan a la hoja del olivo y a diversas hortalizas, como la alcachofa.

En boca, los atributos positivos de picor, amargor y astringencia son de intensidad media, aunque persiste una nota clara de dulzor que contribuye a mantener un cierto equilibrio sensorial.