¿Cómo pueden los olivicultores preparar sus explotaciones para hacer frente al cambio climático? A través del programa europeo LIFE, una explotación siciliana aplica soluciones ecológicas para lidiar con las plagas y que sus olivares sean resistentes a las condiciones climáticas extremas.
Vincenza Ferrara es agricultora en Azienda Agricola «DORA», una extensa explotación de olivos a pequeña escala en la zona rural del interior de Sicilia. En el pasado, no tenía que lidiar con el manejo de plagas, pero con las condiciones climáticas cambiantes tuvo que comenzar a hacer frente a este problema, según ha informado la Asociación Europea de Innovación “Productividad y Sostenibilidad Agrícola” (EIP-AGRI).
“El área donde se plantan nuestros olivos tiene un microclima muy seco y templado con inviernos fríos y nevados; y veranos calurosos y secos. Esto generalmente protegía a los árboles de los ataques de plagas, como la mosca del olivo», explica Ferrara.
En concreto, con la ayuda del programa europeo LIFE, esta explotación elaboró una estrategia de manejo de plagas basada en técnicas de manejo agroecológico. En 2018 comenzó a plantar una mezcla de semillas de plantas fijadoras de nitrógeno como cultivo de cobertura entre los olivos. “Lo hicimos para mejorar las condiciones del suelo y para aumentar tanto la diversidad de especies de plantas silvestres como la presencia de polinizadores y depredadores naturales de las plagas de olivos”, ha precisado.
Además, la poda sin labranza y la poda estratégica fueron parte de la estrategia. “La poda estratégica significa que tratamos de evitar una concentración de ramas dentro de la copa de los árboles. Si hay una alta concentración de ramas, la luz del sol no puede pasar y esto aumenta la humedad dentro de la copa del árbol, lo que favorece la mosca del olivo. Finalmente, integramos trampas hechas a mano para las plagas de los olivos, que consisten en agua, pescado podrido y cloruro de amonio».
Según Ferrara, los resultados de esta nueva estrategia son “asombrosos”, ya que en las trampas encontraron muchos ejemplares de la mosca del olivo, mientras que el fruto en los árboles era “muy saludable y hermoso, y resultó ser muy fuerte”.
“En los próximos años, continuaremos con esta estrategia de manejo de plagas. Es una idea maravillosa que podamos trabajar con la naturaleza para que nuestra explotación pueda hacer frente al cambio climático», ha concluido.