En el marco del ciclo de #SeminariosCoops, Cooperativas Agro-alimentarias de España celebró el pasado 13 de julio un seminario on line sobre los «Principales retos del sector oleícola español», con el patrocinio de Santander Agro, Banco Santander, en el que representantes de cooperativas oleícolas analizaron los retos del sector en un momento muy delicado en el que, según constataron, es necesario establecer estrategias a medio y largo plazo y reflexionar sobre las fórmulas por las que pueden optar las cooperativas para encarar las dificultades del mercado.
La directora de Negocio Agro de Banco Santander, Lorena Ruiz, dio la bienvenida a los ponentes y participantes ofreciendo el apoyo de la entidad al sector agroalimentario, especialmente a la hora de salir al exterior, donde Banco Santander puede asesorarles y ayudarles con su amplia experiencia.
Ruiz destacó que en el primer semestre de este año, Santander AGRO ha financiado con 5.100 millones de euros al sector agroalimentario, lo que supone un 58% más respecto a 2019.
Análisis de la situación de mercado
El director general de Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta, señaló que el sector sufre una crisis de mercado cuyo origen, como en otras ocasiones, se encuentra en el desequilibrio entre oferta y demanda dado que el aumento de la producción crece a un ritmo más elevado que las propias necesidades del mercado. En esta campaña, según indicó, a pesar de haberse registrado una producción baja, el alto enlace con el que dábamos inicio a la misma unido a las altas perspectivas de producción de la campaña próxima, han favorecido una continua bajada en las cotizaciones. «La parte positiva es que el consumo sigue creciendo, pero el aumento de la producción está siendo muy considerable», afirmó.
En este sentido, destacó que el sector necesita disponer de mecanismos de adecuación de oferta y demanda de carácter obligatorio, algo que previsiblemente estará disponible para la próxima campaña tras la aprobación del articulo 167 de la OCM para el aceite. «El almacenamiento debe ser obligatorio y no voluntario, y este sería un buen instrumento para adecuar la oferta a la demanda en campaña venideras», apuntó.
Además, aseguró que «el aceite de oliva debería etiquetarse como un producto cardiosaludable, algo que se nos están impidiendo desde la UE», por lo que hay que seguir explorando las posibilidades para hacer uso de un mayor número de alegaciones saludables en el etiquetado, que deben ser comprensibles para el consumidor. Añadió también que «debemos preservar la imagen del aceite de oliva y en este sentido es imprescindible luchar activamente contra el fraude».
Por su parte, Fernando Córcoles, del grupo Jaencoop, subrayó la necesidad de contar con un Plan de Estado para un sector estratégico como el del aceite de oliva, con claros objetivos alcanzables a corto, medio y largo plazo que permitan asegurar la rentabilidad del sector. Córcoles puso en valor la importancia de la concentración de la oferta a través de la integración como vía para aumentar la eficiencia y competitividad en el mercado. «Hay desequilibrio en la cadena porque la producción no está unida, y hay que incentivar a las empresas a que se unan», dijo.
El director gerente de Oleoestepa, Álvaro Olavarría, destacó en su intervención que las medidas de gestión del mercado comunitarias han demostrado su ineficiencia. En su opinión, “debemos actuar como líderes y para ello hay que centrar nuestra estrategia en tres pilares básicos: sabor, salud, sostenibilidad”. A su vez, consideró que el aumento de la demanda es clave, para lo cual se mostró partidario de incrementar los recursos financieros de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español en materia de promoción.
También incidió en la necesidad de armonizar los estándares de calidad y resaltó igualmente la importancia de trabajar en nuevas alegaciones nutricionales y una simplificación de las que se encuentran hasta este momento autorizadas.
A continuación, Ferrán Huguet, de Unió Corporació, mostró su preocupación ante la grave situación que vive el sector. «Contamos con un desequilibrio estructural donde la oferta crece por encima a las previsiones de consumo. Es necesario disponer de mecanismos de colaboración público-privada para destinar excedentes de aceite de oliva a otros usos o finalidades», explicó.
Huguet insistió también en que «tenemos que ser capaces de poner en valor el producto. Para ello se podría fomentar la producción ecológica, el adelanto de la recolección y, fundamentalmente, apostar por incrementar la cultura del aceite y el conocimiento del producto por parte de los países consumidores».
Barreras y oportunidades en el comercio internacional
Los representantes de estas cooperativas resaltaron la necesidad de ganar presencia en los mercados internacionales, para lo cual es fundamental contar con empresas fuertes y con capacidad para desarrollar grandes proyectos de internacionalización. Además, resaltaron el papel de la Interprofesional del Aceite de Oliva como herramienta para apoyar al sector en la apertura de nuevos mercados
Con respecto a la situación comercial con Estados Unidos, todos los ponentes destacaron el “tremendo varapalo” que ha supuesto para el sector la imposición de aranceles el pasado mes de octubre y, ante la nueva revisión arancelaria prevista por la administración estadounidense, creen que la situación podría verse agravada aún más.
Sánchez de Puerta resaltó, no obstante, las oportunidades que existen para el sector en los mercados asiáticos y en la propia Unión Europea, donde el margen de crecimiento es aún muy amplio; mientras que Ferrán Huguet se refirió a las buenas expectativas del comercio on line en algunos mercados internacionales, que están creciendo notablemente.
Álvaro Olavarría, por su parte, hizo referencia al posible Plan Sectorial para el Aceite de Oliva que ha anunciado el Ministro, que podría estar disponible de cara a la futura PAC, donde podrían recibirse ayudas económicas para promociones marquistas, instrumento que podría ser muy interesante.
Asimismo, destacó algunas de las grandes oportunidades que tiene el sector tras la crisis del COVID-19, poniendo por ejemplo en valor la sostenibilidad y las cualidades del producto en el ámbito de la salud.
Apuesta por la calidad
En este tercer bloque de contenidos del webinar, el debate se centró en analizar las principales novedades recogidas en el último borrador de norma de calidad. Con respecto a la prohibición del uso de materiales plásticos en los envases para el aceite de oliva virgen extra, el rechazo a esta medida fue unánime por parte de todos los expertos participantes en el seminario.
Así, consideraron que después de tantos esfuerzos que el sector ha realizado para que el AOVE sea un ingrediente fundamental en nuestras cocinas, “todos los esfuerzos se podrían ir al traste”.
Fuente: Revista Mercacei